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miércoles, 22 de octubre de 2014

Prólogo

Soy perfectamente consciente de que los temas que suelo tratar en mis humildes escritos no son ni mucho menos agradables para la opinión del bético medio, pues suelo ir en contra de ese pensamiento mayoritario que desgraciadamente poseemos acerca de numerosas cuestiones. Y sé que pueden tildarme de repetitivo, aunque yo haya tratado de olvidar y de pasar página, y que no he sido yo, sino la actualidad de la semana, la que vuelve a traer este debate a nuestro orden del día. Si siguen con un mínimo de cercanía esa actualidad, más o menos sabrán de qué voy a hablarles hoy.

Efectivamente, por ahí van los tiros. Hoy volvemos a sacar a Pepe Mel a la palestra, pero con una diferencia. Tras haberse reabierto la herida y el daño causados a nuestro club con este personaje, y siendo provocado este debate por los que las últimas semanas han venido reivindicando su vuelta, no así por sus detractores (entre los que me encuentro, como ya sabrán de sobra), me gustaría hoy hacer una bonita compilación de todos los puntos claves por los que el escritor no debería volver. Una recopilación definitiva. Vaciar sobre estas líneas todos los argumentos contra Mel para así, no tener nada más que hablar del tema por mi parte. Porque empiezo a estar un poco harto de esa cantinela que suena cada dos por tres en el Villamarín.

Pues vámonos al meollo del asunto: ¿por qué vuelve a sonar el nombre de Pepito? Pues porque la temporada que está perpetrando (creo que es el verbo que más se ajusta a la realidad) el amigo Julito Velázquez es de lo peor que hemos podido ver a lo largo de los últimos años. Porque el crédito se le ha acabado, tras un esquema de juego que no existe, y tras ruedas de prensa donde parece cachondearse del beticismo. Argumento melieber número 1: Velázquez lo está haciendo mal. PEPE MEL PEPE MEL PEPE MEEEEEEEL. Y digo yo, ¿por qué?¿Qué pasa, es incompatible estar de acuerdo con que Velázquez es un inútil y no querer a Mel? ¿Por qué ese maniqueo tan desagradable, ese radicalismo de o conmigo o contra mí?

Sigamos. Una vez que hemos desmontado que es posible no querer ni a Velázquez (y en su día a Calderón, Garrido, etc.) pero tampoco al madrileño (ya que muchos béticos pensamos así), pasamos a la más que probable destitución de Julio. Una vez que se le dé la patada, tendremos que pensar en algún sustituto. Argumento melieber número 2: tomo la pintada del otro día, que lo resume bastante bien: Si bajamos a Tercera, que sea con el que nos llevó a Primera. Lo de anteayer no fue nada nuevo. El año pasado escuché cosas del tipo el Betis se merece bajar por destituir a Mel, prefiero bajar a Segunda con Mel que permanecer con otro, etc. Este endiosamiento tan absurdo y tan barato me recuerda a la época de Lopera (por cierto, un saludo a los que el otro día cantaron el Hola, hola, don Manué por hacernos pasar vergüenza ante toda España). Mel antes que el Betis. Corrijo, Mel por encima del Betis. ¿Sois conscientes del punto de fanatismo al que han llegado algunos?

Enlazando con lo último; si necesitamos un sustituto para el vallisoletano mindundi, ¿por qué tiene que ser obligatoriamente Mel?¿No hay más entrenadores en el mercado que sean válidos? A mí gente como Fernando Vázquez, Sandoval, etc., no me desagradan. ¿No es hora ya de pasar página? Argumento melieber número 3: Es que Mel es bético. ¿Y...?¿Qué pasa con eso? Sinceramente, esta es la excusa que más se esgrime y que, a la vez, más me repatea. ¿Sólo por ser bético ya se es útil?¿Ser bético da puntos extra? Porque Nono es mu' bético y ahí lo tenéis, arrastrándose por el campo. O, si queréis entrenadores béticos cachondos, echad la vista atrás y mirad a gente como el Nick Jagger de Triana Chaparro o Gabriel Calderón. A ver si nos enteramos: ser bético no es ser mejor entrenador, o jugador, o presidente. Si el profesional se esfuerza, y cumple con su cometido, es perfectamente contratable. Pero si además es bético, es perfecto. Si no es bético, pero cumple los requisitos, no pasa nada. No hay que crucificarlo antes de que llegue, como se ha hecho en el último año y medio.

¿A qué nos lleva esto último? Pues a señalar y vilipendiar a todo aquel que no piensa como tú. A quitarle el carnet de bético a quien va en contra de Mel. A llamar sevillista a quien no lo quiere en e banquillo. ¿Y sabéis lo más gracioso? Que los sevillistas (y lo digo sabiendo de lo que hablo, ya que tengo muchos amigos en la otra acera) están deseando que el llorón retorne. ¿Cómo no van a querer al perfecto maestro de ceremonias de nuestro circo?¿Cómo van a rechazar a alguien que les aseguraba cuatro goles por derbi? Pues es lógico. Ellos sí saben para este tipo de cosas. Porque serán chulos, prepotentes e insoportables, sí. Pero toman bien sus decisiones, y por eso ellos están segundos en Primera y nosotros nos arrastramos por los suburbios del malogrado fútbol español. Si quieren comprobarlo, métanse en cualquier foro palangana o pregunten a sus amigos o conocidos.

Vámonos con la parte del discurso melista que puede tener más credibilidad. Argumento melieber número 4: Mel nos subió a Primera y nos llevó a la UEFA, por lo que debería volver. Aquí tengo yo que darles la razón, al menos en parte. Con Mel vivimos unos muy buenos años; subimos a Primera con bastante claridad y luego pasamos a disfrutar de la competición europea. Es totalmente cierto, y yo es algo que siempre agradeceré, ya que, en esa época, yo era el primero en cantarle a Mel. Pero hasta ahí es aceptable el argumento, nada más. Porque Mel el último año se quedó hueco, vacío, sin ningún tipo de ideas nuevas o cosas que aportar. El equipo estaba perdido, y el entrenador no supo reaccionar en ningún momento. Ni alineaciones, ni cambios, ni planteamientos, ni nada de nada. ¿Para qué quiero yo la vuelta de un entrenador que contribuyó notablemente al descenso y a la patética campaña pasada? Y, si tan cotizado está el escritor, ¿por qué sigue en el paro?¿Por qué nadie lo ha contratado aún? Es que es de cajón. Llega a seguir en el WBA, donde hizo una basura de temporada, y se le cae el mito, lo cual, por otra parte, es totalmente lógico.

Para ir finalizando, les cuento otra de las excusas más populares por parte del beticismo melista (yo a ellos sí les considero béticos en pleno uso de sus derechos; muchos de ellos a nosotros nos tildan de palanganas). La planificación del año pasado fue de las peores que hemos visto, y en este punto estamos todos de acuerdo. Argumentos meliebers números 5 y 6: Es que a Mel le dieron una mierda de plantilla, y así, normal que descendiera. La culpa del descenso no es de Mel, es de la directiva. Cierto, el equipo era ridículo. Pero, ¿por qué no se quejó el escritor en verano, cuando había tiempo para cambiarlo? A Fernando Vázquez no se la colaron, y tuvo la valentía de quejarse. ¿No quiere Mel siempre los intereses del Betis?¿O sus vomitonas burdas de beticismo populista son sólo para salvar su propio ego? Y claro que la directiva está al nivel del vampiro en cuanto a cutrismo deportivo, de eso no hay duda. Pero, ¿quita eso responsabilidad a Mel o a los jugadores? En absoluto. No por cuestiones de idolatría debemos quitar la parte de culpa que le toca a cada uno.

Me gustaría, y voy a hacer lo posible para logralo, no tener que volver a escribir de Mel. Ahora que existen tantísimas opciones fuera de la órbita de Pepito, y que se ha hablado tanto de este tema, ¿no es mejor olvidarlo? Ya les digo, por mi parte, este es el último post que le dedico a José Mel Pérez mientras no forme parte del Real Betis Balompié. Hagamos un esfuerzo por cerrar esa herida, esa división que causó. El mayor logro de Mel es que, a día de hoy, se siga hablando de él. Así, que, en lo que respecta a este asunto, este es mi prólogo.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

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