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lunes, 23 de noviembre de 2015

Knocked Out

Cría cuervos y te sacarán los ojos. Cruda sentencia, sí, pero enormemente acertada al fin y al cabo. Y muy fácilmente aplicable la situación actual de este nuestro Betis, sobre todo tras los acontecimientos de ayer noche. El bético que, exhausto y frío, llegaba ayer a su casa, aún está regurgitando lo sucedido, y, por mucho que la caverna mediática de mi amigo Mister Proper (que como deducirán, vuelve a ser mi muso para estas humildes líneas) se empecine en difuminar las malas vibraciones, podemos llegar a la conclusión de que efectivamente existen. Y en aumento.

La rueda de prensa que ofrece Mel tras el intento de partido y posterior baño con espuma que nos regaló el mejor equipo a nivel de físico y presión de Europa, como es el Atlético de Madrid, supera con creces los niveles de récord Guinness de victimismo, egolatría exacerbada y lanzamiento de balones fuera a los cuales estamos acostumbrados. Pero destaca un elemento que quizá pase desapercibido para muchos que no se han parado a estudiarlo. El escritorzuelo está nervioso. Muy, muy nervioso.

La síntesis principal que podemos extraer de todo esto es crucial en lo que viene en las próximas semanas: a la afición del Betis se le ha ido de las manos su monstruito de Quimicefa y Magia Borrás. Y a Mel se le ha volatilizado esa capacidad de empalague psicológico, ese encanto que tenía hacia el bético de a pie . De ahí esa reacción ayer hablando de "ambiente crispado", ese nerviosismo, ese disparar aleatorio. Ya no cuelan los experimentos, ya no brillan los trucos de cartas baratos. Y mi querido y cranealmente dotado amigo Mel percibe estos elementos. Y esto es algo nuevo. Porque ya no controla su entorno, esos pilares que sustentaban su extraordinariamente cómoda posición en el Betis.

Y para colmo para mi pobre y querido Pepito, desde arriba no le llueven precisamente rosas y claveles. Porque otra cosa no lo sé, pero Ollero y Maciá no tienen ni un pelo de tontos. Y se huelen el percal, y viendo que lo de ayer había sobrepasado los límites aceptables de quejiquismo pueril y ganas de protagonismo, han tomado cartas y le han dado un palito más que conveniente. Aunque salvo catástrofe, y con el fin de preservar el precario equilibrio institución - afición del club, no lo echarán. Este año. En junio, habrá que hablarlo.

A partir de aquí, opiniones para todos los gustos. Mel cuenta con el apoyo de gran parte de la prensa sevillana e incluso nacional, quienes, con tal de defender lo indefendible y pelotearle cuanto puedan, son capaces de rebajarse hasta límites casi escatológicos, dedicándose a echarle la culpa a absolutamente todo lo que no es Mister Proper. Porque las estadísticas hace tiempo que no le sonríen, y porque el crédito se le acaba, y su castillo de naipes se derrumba.

Teniendo en cuenta que su as en la manga son las victorias fuera de casa, como se pierda contra el Levante el viernes puede ser un torpedo a su línea de flotación casi decisivo. Por lo menos, para su imagen de cara a la galería, esa que, por encima de todo, siempre ha procurado salvaguardar. Pero la situación real es que Mel se encuentra en K.O técnico, para cada vez más béticos, para la directiva e incluso para algunos jugadores. Y personalmente entiendo que mientras antes se corte esa relación, mejor. Si no, podría resultar hasta peligroso. Para todos.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

lunes, 2 de noviembre de 2015

Llueve

Ciertamente, si llevamos a cabo una mijita de ejercicio retrospectivo, podríamos afirmar que el artículo de hoy es la continuación de otro que escribí hace algunas semanas, "Ding, dong", donde, con el goce pueril de un niño el día de Reyes, comentaba que empezaba a manifestarse con cada vez más intensidad la corriente anti Mel. Sin embargo, para algunos a los que esta cuestión ha afectado directamente a nuestro ámbito personal, el contexto (sobre todo tuitero) tras el bodrio de ayer nos invita a una importante reflexión. Pero, sobre todo, esperanzadora.

Dijo un amigo mío ayer que la pitada en el tercer cambio se escuchó hasta en Ronda, síntesis que aprecié enormemente certera. Poco después, en el autobús de vuelta, también había un cierto runrún en el aire. Un aroma a cabreo, pero no con los de siempre. Muchos perfiles y webs percibieron esta señal, y procedieron de forma inmediata a encuestar al populacho sobre la culpabilidad de Pepe Mel, aka Mister Proper, en este asunto, e incluso por la posibilidad de que se le otorgara la patada en el dos de oros.

Ojo al calibre de la tontá. ¿Debería preocuparme o simplemente proporcionarle notoriedad a este factor? SÍ. POR SUPUESTÍSIMO QUE SÍ. ¿Cuándo, en todos estos años, nuestra escandalosamente pasiva y adormilada afición ha puesto en duda la continuidad de mi querido y alopécico amigo? JAMÁS. Era casi un pecado mencionarlo siquiera. Un tabú. Y los que clamábamos al cielo éramos los parias del sistema, basado en la demagogia y el lloronismo infundado de este señor. Y ayer, esas mismas encuestas daban un porcentaje muy igualado de favorables y detractores de la destitución del Mel. E incluso la mayoría admitía que la culpa de la situación actual es del escritor, aunque no todos quieran echarlo.

Se ha quebrantado el dogma. Nunca vi yo tan debilitada el aura de supremacía e inviolabilidad que rodeaba la considerablemente gran cabeza del colega. Fíjense, que incluso hubo un hashtag de #MelVeteYa. Y, sin embargo, ayer tras el tercer gol del Athletic, algunos incluso aplaudían. Lo más lógico y probable es que ese movimiento contra Mel se haya convertido en algo silencioso, ante las continuas burlas, vejaciones y casi exclusiones del beticismo que ha sufrido este colectivo estos tres años.

A lo largo de todos estos años, Pepe Mel ha conseguido rodearse extraordinariamente bien, para lograr un nivel de protección brutal por parte del mundo mediático, y la posición de deidad ante el pueblo. Ayer se volvió a ver a muchos de estos pseudoinformadores peloteándole sobremanera, y esta semana, incluso gente del mundo del espectáculo. Me atrevería a decir incluso que empiezan a ser intentos a la desesperada. Porque todos aquellos que vislumbran el panorama desde fuera ayer denunciaron esa complicidad de la prensa, y el mutismo de la afición, o de parte de ella. Lo único, esos pitos.

Personalmente me parece más importante comentar esto antes que el partido de ayer. Porque no sé yo si ofreció algo digno de mención que no supiésemos ya de antemano. Cero planteamiento, táctica o físico. Fijaos lo más gracioso de todo, que a mí la alineación de ayer no me disgustó. Pero claro, eso era antes de que rodara la bola. Y muchos nos comiésemos con papas dos horas de chaparrón y humillación. Pero bendita sea esa lluvia si se dedica a limpiar lo sobrante del Betis. Y no, no hablo en términos meteorológicos.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

martes, 22 de septiembre de 2015

Veintitrés

Afirmar que la historia en general de nuestro querido club, y las dos últimas dos décadas en particular, han sido un cúmulo de tensiones, circunstancias adversas, elementos inestables y malas vibraciones en general en lo que a la institución en sí misma se refiere, creo que para nadie será una locura. Es más, muchos incluso dirán que con esa caracterización de los hechos puedo hasta quedarme corto. Porque es echar la vista hacia atrás, y el patatús y el jamacuco como que arriban sin ningún tipo de esfuerzo adicional...

Hemos visto como el Betis casi se muere. Hemos tenido la desgracia de contemplar como descendía a los infiernos de la Categoría de Plata en más de una y más de dos ocasiones, alguna de ellas trazando una línea que superó a todo ridículo anterior jamás contemplado en la hemeroteca verdiblanca. Y sobre todo, y más importante, hemos sufrido la dictadura de lo peor que ha pasado por el ya de por sí mancillado y purulento palco del Villamarín: Manuel Ruiz de Lopera, asimismo conocido como el ditero, la bailaora del Fontanal, etc.

"YolentreguhtedunBetilibre". Qué ironía. Mi vida y experiencia son aún bastante escasas, pero en lo que he podido observar en el ámbito del Betis, este es el período en el que más libertad nos ha sido otorgada a los béticos, y quizá, en el que mejor se han hecho las labores de cada uno. Y mañana se puede ir todo al traste. Mañana, bajo mi humilde punto de vista, es el día más importante en el Betis de la última década. Y mentiría si les dijera que exagero.

Veintitrés. Veintitrés horas faltan, desde que redacto estas líneas, para que dé comienzo el acontecimiento, esperado por unos y temido por otros muchos, que más revuelo e impacto va a causar: la Junta del 23-S. Veintitrés para el veintitrés. El Día D, el Armaggedon o como ustedes prefieran. La cuestión es que este camino que iniciamos con Juan Carlos Ollero hace algo menos de un año puede verse cortado de forma definitiva. Porque un triunfo mañana de Manolito Castaño, mascota de toda la vida del ditero de Jabugo, supondría el retorno a la etapa más tenebrosa y sombría de nuestra historia.

Y los métodos de estos señores no se piensen que han cambiado. En absoluto. La demagogia simplona sigue siendo el arma más utilizada, y llevando a cabo algunas propuestas que rallan la patochada. Por si esto no fuera suficiente, se habla de recuperar a la vieja guardia loperiana. Sí, hombre. Al Mick Jagger de Triana, a González Flores, y demás angelitos. Y bueno, la actitud es la misma. El miedo a los otros, la amenaza, la mentira. Las técnicas rastreras y pútridas que les caracterizan. Y lo peor de todo esto es que tienen bastantes posibilidades de recobrar sus queridas butacas.

Este no es un artículo con demasiado contenido, como podrán comprobar. Es sólo el preludio, el prólogo de la que nos puede caer a partir de mañana. Por ello, sólo pido responsabilidad en la Junta, y que se piense a quién se dan los apoyos accionariales y cómo van a ser utilizados estos. Y que no nos vendamos por tres monedas de plata y tres camisetas firmadas. Porque nos jugamos algo muy serio: el futuro del Real Betis Balompié. Y tengan por seguro, mis queridos amigos, que como esta gente recuperen el control del Betis, yo no pienso quedarme sentado. El beticismo ya ha demostrado su potencial en ocasiones como esta, por lo que no dudará en movilizarse de nuevo. Y no duden de que conseguiremos echarles.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

lunes, 31 de agosto de 2015

Ding, dong

¡Ding, dong!, suena un timbre. La decepción y la esencia de lo casi ridículo tocan a la puerta de Pepito Mel. La turba enfurecida, que antaño le profería toda clase de alabanzas de forma en muchas ocasiones injustificadas y exacerbadas, comienza a levantarse y a reaccionar. Ya no somos tres gatos. Las plegarias de esos pocos tildados de antibéticos que deseábamos ese despertar de la inundada de sopor afición bética parece que han sido oídas en las alturas.

Es bastante lamentable que esa reacción venga tras un descenso, haber manipulado a muchísimos béticos, medios de comunicación y futbolistas a su total antojo y haber llorado ríos y ríos de demagogia en sus famosas ruedas de prensa, por encima de las posibilidades del sistema de drenaje del Benito Villamarín. Pero bueno, dice el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena, y si esto sirve para asentar las bases de una nueva forma de observar el panorama por parte del beticismo, bienvenido sea pues.

¿Por qué les cuento todo esto, queridos? A lo largo del verano, a pesar de haberme mantenido ligeramente al margen de la órbita mediática que rodea a nuestro club, ya flotaba en el ambiente un aroma de cambio. Y no sólo de aumento de la exigencia; sí, esa que Mister Proper reclamaba en la celebración del ascenso. Qué irónico, ¿eh? Porque parece que el mensaje ha calado, y a lo largo de la pretemporada, y sobre todo de estas dos jornadas, se observa un acelerado cambio de actitud respecto de Mel. La gente lo tiene muy visto ya. Saben de qué va la cosa.

Tanto en foros, como en amistades personales, como en el mundillo tuitero, se acrecienta esa tendencia. Las excusas y argumentos utilizados una vez más sin contenido alguno no surtieron efecto. A la gente le ha dolido la poca intensidad en el encuentro en el Bernabéu; la escasez de ganas, de garra, de coraje... Parece que el seguir echándole las culpas a la dirección deportiva no le funciona, al haber confeccionado una plantilla más que decente (si bien es verdad que faltan efectivos). Y lo de que todo lo que habían entrenado se perdió tras el primer gol fue la gota que colmó el vaso.

Son todo recursos un tanto rastreros, si me lo permiten. Al igual que escuchamos la semana pasada como el escritor depositaba una carga más de responsabilidad y culpa en los ya maltrechos hombros del pobre Ceballos, en Madrid exhibió todo su repertorio. Pero claro, si comparamos esos argumentos con hechos como que el equipo no prepara el físico, que los planteamientos son un desastre, que el trabajo táctico brilla por su ausencia... su castillo de naipes se cae por su propio peso. Se esfuma esa nube de perfume vistoso que durante tanto ha embriagado a la afición bética.

El problema de esto es que vuelven los vientos de Guerra Civil, como ya ocurrió en los años de la Bailaora. Si este debate ya había plantado raíces, el que los detractores de Mel hayan ganado muchos partidarios iguala enormemente la contienda. Si la trayectoria del ególatra es la esperada, Maciá y demás le acabarán rogando que cierre la puerta por fuera, y la obcecación que aún persiste en muchos ámbitos por su defensa (patético el trato dado por la prensa a esta cuestión) se acabará extinguiendo. Los palanganas están encantados con que siga al frente del barco. Sólo rezo para que la reacción del beticismo siga a este ritmo. Y como con la Real no se haga un partidazo, la gente volverá a tocar a su puerta. Ding, dong.

¡Un saludo!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

lunes, 24 de agosto de 2015

Supporters, alé

Aviso a navegantes: si usted, mi queridérrimo lector, presenta algún tipo de simpatía o afecto hacia los ultras del Betis, le advierto que va a ser un artículo bastante duro. Y antes de nada, déjenme decirles también que me dirijo a la colectividad de Supporters, ya que probablemente habrá algunos miembros que no expresen los comportamientos casi simiescos que hoy voy a denunciar aquí, tras lo acontecido en las vísperas del encuentro transcurrido ayer e incluso durante el mismo.

Bien, comencemos. Estaba yo ayer en la previa del partido, enfrente de donde se suelen poner estas personas. Mi sorpresa fue mayúscula cuando oigo que, después de todos los problemas, polémicas y descalificativos que han recaído sobre la totalidad del beticismo por causa de la misma, empiezan a cantar la dichosa canción de "Rubén alé". Parece ser que estos señores no se enteran de qué va la película, y de que nos podrían haber cerrado el campo. O puede que sí lo sepan, en cuyo caso será una muestra más de que su lucidez mental está a la altura de tan zafia y burda melodía.

Desgraciadamente, no acaba ahí la cosa. Ya en el campo, cuando salió Dani Ceballos a calentar en la banda del Villamarín, e incluso cuando entró en la segunda parte, comenzó a oírse otro cántico: "Queremos jugadores que sientan los colores". Como si no fuera suficiente la presión que ha tenido que aguantar un chaval que es incluso más joven que un servidor, durante todo un período estival, bajo una cascada de insultos, vejaciones e incluso amenazas en redes sociales a cuenta de su renovación.

Este debate lo hemos tenido ya, y ha quedado de sobra demostrado que el beticismo como cualidad no potencia o mejora las aptitudes deportivas de un futbolista. Siempre está bien que el jugador en cuestión sienta los colores, pero, mis queridos e iletrados Supporters: Van der Vaart, Pezzella, Vargas y demás son béticos desde shiquetitos, ¿no? ¿O a ellos no los lincháis por no babear sobre el escudo? ¿Las personas valen menos si no expulsan constantes vomitonas de beticismo demagogo como tiene por costumbre nuestro estimado entrenador?

El factor reinante del borreguismo exacerbado que ha inundado desde que tengo memoria a este colectivo en su mayor parte, unido a la sonrisa estúpida pero cómplice de la afición, el apoyo incondicional de lo peor que le ha pasado al Betis en su historia, el dictador de Jabugo, y a la concesión casi ilimitada de caprichos por parte del escritor, les han dado fuerza, y se creen jueces de todo aquello que sucede relacionado con nuestro equipo. Una superioridad moral autoarrogada y reforzada con el tiempo que ahora es muy difícil de cambiar.

La gente me dirá: "es que ellos cantan siempre, y siguen al equipo...". Pues sí. Y yo también canto, no te digo. No es en absoluto un justificante para que estos señores hagan lo que les da la gana siempre. Porque aportan mucho, sí, pero con las idioteces que se les ocurren de vez en cuando, perjudican más de lo que ayudan. Y respecto a lo de ayer, si me lo permiten, voy a tomar un cántico de los ultras de las vecinas, que se puso de moda hace tiempo en el Centro Comercial: "Supporters alé, Supporters alé, qué pasaría si le pegaran a Don Manuel".


¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica


domingo, 16 de agosto de 2015

Cavilaciones

Una vez hemos dado por acabados mis períodos de trabajo estudiantil y vacaciones estivales, que ya casi por vicio cada año prolongo más, y teniendo en cuenta que aún estamos a mitad de agosto, y que aún es pronto para llevar a cabo cualquier tipo de conclusión o afirmación categórica, voy a comenzar esta mi nueva temporada en el mundillo verdiblanco, y a proporcionarles un escrito bastante esquemático y menos barroco de lo que acostumbro a escribir.

Bien. Voy a comenzar, si me lo permiten, con la pregunta (algo absurda a mi parecer) de todos los años: ¿cómo quedará el Betis? ¿Peleará por la salvación, como suele decirse cada vez que se asciende?¿Conseguirá acaso luchar por algo más y alegrar a una afición ya de por sí sobradamente incentivada observando la campaña de abonos? ¿O se pegará el tortazo y retornará el fantasma del ascensor que ya mentó en su día mi amigo el comegambas de Rafaé? Estudiemos las variables.

En primer lugar, y tras un cúmulo de decepcionantes inútiles, pelotas, sinvergüenzas y demás angelitos que han ido pululando por la zona noble del Benito Villamarín a lo largo de la última década, y existiendo una curiosamente extensa variedad en la fauna presidencial, habiendo desde presuntos ladrones como la Bailaora del Fontanal hasta ineptos redomados como mi colega Maíto, parece ser que por fin el Betis ha encontrado un presidente a su altura. Mi admiración por Juan Carlos Ollero, llegados a este punto, escapa a toda clase de secretismos, pero en muchos momentos parece incluso crecer, sobre todo por esa claridad y firmeza con que se expresa, llegando al clímax en la rueda de prensa que en su día dio por el caso Rubén Castro.

La segunda variable, curiosamente, sigue una trayectoria casi exacta a la primera: mientras hemos tenido que ver como los del Centro Comercial lo han ganado todo gracias al que probablemente es el mejor director deportivo del mundo, nosotros hemos visto cómo han ido pasando unos y otros con más pena que gloria por esta parcela, crucial en cualquier entidad. Eduardo Maciá parece haber devuelto la estabilidad a la dirección deportiva, haciendo gala de una extraordinaria inteligencia, y fichando con cabeza y criterio. Bien es cierto que cuestiones como Dani Pacheco, Lolo Reyes o el no descarte de Cejudo pueden mancillar su labor, pero el balance en general es positivo.

Y la tercera es la que para mí más nos puede afectar. Ya se imaginarán ustedes de quién hablo. A pesar de haberse visto alguna segunda parte interesante, donde el equipo ha conseguido brillar ligeramente, la verdad es que el recuento estival de Pepe Mel, habiendo caído con equipos muy inferiores, no es en exceso esperanzador. Ya no puede quejarse de equipo, y sigue disponiendo de un impresionante repertorio de excusas para relacionar todo aquello que acontece a su alrededor con su incapacidad en las ocasiones en las que demuestra que no es un entrenador al nivel que requiere el Betis. Y, además de no tocar apenas los aspectos tácticos, sigue viéndose un equipo cansado que demuestra que no trabaja el físico.

¿Que la pretemporada da igual mientras se gane en Liga? Sí, es cierto. Pero lo que sí es relevante es que las sensaciones acaban influyendo. Por una vez, la incompetencia no reina en la mayor parte de los campos de trabajo del Betis, y un fracaso ahora podría ser extraordinariamente dañino. En una semana comienza la Liga, ahí se empezará a observar la realidad. Mientras tanto, esto son simples cavilaciones.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica




lunes, 4 de mayo de 2015

Bayern de Llagostera

Buenas tardes, queridos. Normalmente, la persona que lee mis posts (independientemente de que, tras una lectura previa, me ponga a parir) es un joven o adulto, de nivel cultural medio, interesado por el mundo del Betis y lo que en él acontece. Sin embargo, tras las últimas críticas y sinsentidos vertidos por aquí, me veo obligado a modificar la redacción de cierta parte de mi escrito de hoy, optando así mismo por bajar un poco el nivel de dificultad de la lectura, con el fin de que se comprenda de forma nítida.

Antes de nada. No he empezado todavía, eh. Querido lector, espérate. Bien, ahora sí. No quiero que echen a Mel. No quiero. Que no, ¿eh? Mel lo ha hecho mucho mejor que Velázaquez. Velázquez es caca del culo, pis, moco y pedo. Mel ha ganado muchos partidos. Yo admito que ha ganado y que ha mejorado al equipo mucho. Lo admito. Mel ha ganado. Mel ha mejorado. Mucho. Y es mejor que Velázquez, que es malo. Malo, malísimo. ¿Lo repito, o más o menos va bien así?

Perdonen que les haya hecho leer la chorrada que precede a estas líneas, pero es que parece ser que, como no lo exprese así, no hay forma, oye. Como incidas en el más mínimo detalle negativo de mi querido escritor, la turba te acusa de negar todas las afirmaciones a las que he procedido anteriormente. Porque claro, tú toca a Mel y ya no es que no sepas de fútbol, es que directamente te quitan el carnet (no, no es broma, algunos sujetos siguen manteniendo que no eres un buen bético si no tienes una estampita del madrileño en la cartera). Eso es lo que, desgraciadamente, está de moda en el beticismo.

Bien, a lo que íbamos. Créanme que, tras el esperpento perpetrado en el Villamarín el sábado, podría redactar una biblia de aspectos técnicos que criticar; los cambios, la misma alineación, las reacciones al gol, la actitud tanto de los jugadores como del entrenador. No es para menos, cuando nos empató en nuestro campo todo un Bayern de Llagostera. Sin embargo, como esta cantinela os la sabéis ya de sobra, quiero centrarme en una cuestión muy, pero que muy preocupante, y que me abordó los minutos posteriores al bochorno del otro día.

La cosa es, y voy a entrar directamente, que oí decir a muchos béticos, que jugamos bien. Contra el Llagostera. Contra el todopoderoso Llagostera, contra el que no obtuvimos más de un mísero punto. Que el Betis no hizo un mal partido, cuando no nos cayeron más goles Dios sabe por qué. Y lo peor de todo es que no lo decían bajo ningún estado de embriaguez o inconsciencia, no, no, lo decían completamente en serio. Y creo sinceramente que ese apego y esa defensa exacerbada de Mel empieza a causar graves estragos en la percepción del bético de a pie.

Mira, que te meta dos goles en tu campo el Barcelona, pues lo entiendo. Pero, ¿el Llagostera? ¿En serio, tío? ¿Jugando tú en casa, peleando por subir a Primera División, y habiendo ascendido este año el otro desde Segunda B? ¿Y encima tienes la desfachatez de afirmar que se ha hecho un partido correcto? No, tío, no. Lo siento, pero por ahí no puedo pasar. Porque a ver si nos enteramos que somos el Betis, y como Betis que somos, tenemos que meterle cuatro. Porque el contentarse con el empate es darle la razón a los de la acera de enfrente cuando nos llaman criaturitas y mascotas. Sí, sí, esos mismos que esta semana juegan unas semifinales de UEFA.

Lo peor es que lo justifican diciendo "es que es un rival difícil", y en ese punto, no sé si reírme o llorar. Son los mismos que afirman sin ningún tipo de pudor que en Mendizorroza se hizo una buena labor. Esos mismos a los que les recuerdas que nos humilló el Leganés en ambas vueltas, o que contra el Albacete perdimos cinco puntos (aquí hay que repartirle también a Velázquez). Y es que les da igual. Porque el veneno del conformismo, de la desidia, de hacer la ola con dos a cero en Segunda, campa a sus anchas por Heliópolis, y se ha instalado de forma permanente. No porque no pueda cambiarse, sino porque, básicamente, a la gente no le da la gana. Tristísimo.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica


domingo, 19 de abril de 2015

Pa' ná'

En primer lugar, y antes de proceder a mi habitual e insoportable perorata, debo pedirles disculpas por mi prolongada ausencia, pero ni os imagináis el mesecito que llevo, y he tenido que dejar un poco apartado el chiringuito este. Sé además que pulula por estos ambientes mucha gente que me tachará de oportunista ya que mi retiro coincide con el éxito del Betis, pero desgraciadamente no puedo hacer nada para tratar de convencerles si es que se encuentran en esa postura. En cualquier caso, este post coincide con una goleada, así que...

Bien. Ninguna persona con dos dedos de frente puede negar que en el Betis, si tomamos como referencia el despojo futbolístico que nos legó nuestro estimado Velázquez y la corta, mas eficiente, labor que llevó a cabo Juan Merino (con el que me vi obligado a retractarme), ha mejorado una barbaridad. Podemos observar parámetros numéricos (los cuales son los más fácilmente interpretables), de actitud, de sensaciones, etc, y en su gran mayoría se comprueba un incipiente progreso. Lo primero que nos llega es que, a día de hoy, el Betis es líder con seis puntos de ventaja sobre el segundo.

No tengo ningún problema en retirar cosas que con anterioridad he dejado caer en mis humildes escritos, o en admitir elementos que he podido negar de forma rotunda. Por tanto, y repito por si cabe alguna duda, el balance del trabajo de Pepe Mel es positivo. Sigue haciendo locuras con los cambios y en muchas ocasiones, con las alineaciones, y sigue diciendo un cúmulo de chorradas en rueda de prensa que dan para un libro. Sin embargo, el equipo gana, resuelve los enfrentamientos con rivales directos con solvencia y ha enfilado correctamente el camino hacia Primera.

El equipo gana, sí. ¿Pero convence? Hablemos de juego, de sensaciones. ¿Es realmente necesario teniendo en cuenta de que los resultados son positivos? En lo que a mí respecta, sí; ya estableceremos conclusiones más adelante. La realidad es que en pocos partidos ha aplicado el Betis un modelo y un estilo de juego claramente definidos. Se juega igual que en la anterior etapa de Mel, es decir, una amalgama de juego de toque y balonazo arriba cuanto menos poco ortodoxa. Además, en muchas fases de algunos encuentros, el rival domina el balón o crea más ocasiones.

En mi opinión, no es que el Betis juegue bien (en algunas ocasiones lo hace, pero no es la regla general), es que el resto de equipos de Segunda son tela, pero tela, de malos. La prueba fehaciente es la defensa del Zaragoza hoy. El conjunto verdiblanco posee el mejor ataque de la Liga Adelante de calle, además de un gran equipo (esto sí que lo mantengo respecto de principios de temporada: el Betis, para Segunda, tiene un equipo más que decente), lo cual le otorga un enorme porcentaje de efectividad. El escaso nivel del resto, el nombre de la entidad y la inercia de resultados se encargan de hacer el resto.

Entonces, si el Betis gana, ¿para qué preocuparnos por más? Pues porque yo soy un romántico empedernido, y las sensaciones son fundamentales. Y yo no sólo quiero que el Betis gane y golee: quiero que mi equipo convenza. Quiero que mi equipo domine, que aplaste al rival, que golee siempre que pueda y que juegue todo lo bonito que se pueda jugar. Alguno me dirá "es que entonces hazte del Barça o del Madrid", y yo le contestaré "pues es por esa actitud, querido, que el Betis está en Segunda". Quiero ambición, garra, y todos esos elementos que al fin y al cabo, son la clave del éxito.

¿Y para qué los quiero? ¿Soy un pesado, un inconformista, un sevillista camuflado...? Pues los reclamo con el simple y llano objetivo de que no nos humillen el año que viene en Primera. Porque si nos cuesta ganarle al Barça B o si nos domina el Recre, a saber qué pasará cuando nos cojan Barcelona, Madrid, Atleti... o cuando vayamos al Centro Comercial. ¿Queremos que vuelvan a pisotearnos, a golearnos en cada visita y que permanezca esa desagradable costumbre sin variación alguna? Ascender así es un pa' ná'. Ahora que se ha conseguido la estabilidad y se ha hallado la senda correcta, sólo falta mejorar ese aspecto. Si no, irremediablemente me veo en Segunda de nuevo dentro de dos años.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica


jueves, 26 de febrero de 2015

A todos esos... Capítulo 2.

Cuando escribí la primera entrega de este tema, imaginaba que en algún momento tendría que continuarlo, ya que es una cuestión la presente que abarca numerosos (y bochornosos a lo sumo) campos dentro del Real Betis Balompié en particular y el fútbol en general, y no se acabaría con la manipulación de diversos medios. Pero no sólo no esperaba tener que redactar este post tan pronto, sino que ni yo, ni los espectadores que acudimos atónitos a esta situación, pensábamos que iba a tomar este rumbo.

Muchas cosas han pasado en los últimos días. Tras la oleada de basura mediática expulsada por los medios que ya comenté en la anterior entrega, le dio por entrar a la famiglia que preside y defenestra a su vez nuestro fútbol. No contentos con el acto circense de la semana, consistente en meterle cuatro partidos de sanción a Ramis y El Arabi simplemente por tener un encontronazo durante el partido, les dió la picá de introducir sus podridos tentáculos en el caso Betis, y, con el vídeo del dichoso cántico (del que hablaremos posteriormente), sugirieron nada más y nada menos que el cierre parcial del Benito Villamarín.

Bien, señor Tebas. Cierre usted el Gol Sur del Benito Villamarín. Total, qué más dará castigar a más de cuatro mil personas por la acción de unos pocos desahuciados mentales. Total, qué más dará que en el Camp Nou, en Mestalla, en el Bernabéu, en Cornellá, en San Mamés, en el Pizjuán, etc. se hayan emitido gritos similares. Total, qué más dará que los ultras del Atleti hayan matado a una persona, ¿no? Porque en ninguno de esos casos ha pedido ni cierres parciales ni leches, ¿no? Porque si se trata de cerrar campos, sólo nos acordamos de los pobres desgraciaditos del Betis. Como son simpáticos, les colamos el puro y a otra cosa. Si la burocracia futbolística ya andaba en niveles mínimos en las últimas semanas, con este tipo de acciones se retratan casi de forma definitiva.

A la vergonzosa acometida de la prensa capitalina se unió ayer el amigo Carlos Arguiñano. Generalizando, para variar, con toda la afición y el estadio. Qué facil es despotricar de los maketos, que diría tu colega Sabino Arana, ¿eh, Carlos? Está muy bien hablar de nosotros cuando en tu programa (del cual debo confesar que hasta ayer era asiduo) te ponías fino haciendo chistes machistas de mujeres infieles, que no saben aparcar, etc. Y está mejor aún cuando en el estadio de tu amada Real Sociedad y en el de su vecino Athletic se entonan consignas a favor de la peor basura que ha corroído nuestro país en los últimos cincuenta años. Lo que comúnmente se llama ETA. Este tema sobre el que tú siempre has preferido callar, ¿a que sí?

¿Recuerdan lo que les he dicho antes de la prueba de vídeo que han recogido los mindundis de Antiviolencia? Es un taco de graciosa. Sobre todo, teniendo en cuenta que está más polioperada y retocada que la Esteban. ¿No se han fijado? Qué curioso que suene tan claro y nítido, y que en el videomarcador se observe la letra del himno, ¿no creen? Porque el himno del Betis es el momento más solemne de cada jornada para nuestra afición. De esos en que todos cantamos juntos. ¿No es extraño que se oiga tan claro cuando los Supporters (a los cuales saben de sobra que les profeso una simpatía muy escasa) son de los pocos en cantar el himno completo? ¿En serio creyeron que una manipulación tan extraordinariamente burda no se acabaría descubriendo? Por cierto, digno de mención también que el que subió las imágenes ya las ha borrado de Youtube. Todo curioso.

No todo es negativo, por raro que esto pueda parecer. Entre todo el fangal, destaca un elemento, especialmente desde el día de ayer. Siendo algo zafio, puedo afirmar sin complejos que los huevos del señor Juan Carlos Ollero, presidente del Real Betis Balompié, no caben en el Benito Villamarín. Brillante en la rueda de prensa de ayer. Simplemente soberbio. Le dio lo suyo al maketo Arguiñano, al corrupto de Tebas y resto de amiguetes, defendió al beticismo y puso los puntos sobre las íes como no había visto hacer a nadie desde (y perdonen el ejemplo) José María del Nido. Así sí, hombre. Sepa usted, don Juan Carlos, que desde las declaraciones de ayer, posee usted mi mayor respeto y admiración, y seré el primero en aplaudirle, si se hace (eso espero) la semana que viene en el Villamarín.

¿Qué pasará a lo largo de las próximas semanas? No podemos saberlo. El carácter discrecional e imprevisible de los que deciden nuestro sino así lo dicta. Sí me gustaría decir algo; las declaraciones de Ollero son justo lo que pedí el otro día: que los béticos no nos callásemos ante este avasallamiento. Él ha sido el primero en dejar las cosas claras. Ayer fuimos TT una vez más. Y no vería con malos ojos una manifestación contra la LFP y demás. Porque creo que ha llegado el momento de subir de nivel.


¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

lunes, 23 de febrero de 2015

A todos esos

Antes de comenzar con el tema de hoy, y para que ningún tipo de sospecha pueda recaer sobre mi persona por las líneas que van a leer a continuación, me gustaría expresar mi más sincera condena a todo tipo de violencia doméstica, y mi intenso deseo de que este mal que afecta a nuestra sociedad se erradique cuanto antes. Bien, dicho esto, vamos al lío. Hoy no voy a meterme con Mel o incluso a defenderlo como vengo haciendo últimamente. Ni voy a criticar el mal juego de la primera hora del sábado o a alabar la última media hora.

Mi artículo de hoy va dirigido a esa cuadrilla de sinvergüenzas manipuladores que colapsan el periodismo español (y en especial capitalino) en nuestros días. A todos esos que dicen iniciar cruzadas en pos de la igualdad de todos los equipos. A los que afirman que no están sujetos a patrocinio o influencia alguna, siendo rotundamente falso. A los que niegan venderse a los más poderosos, cuando están subvencionados de forma indiscriminada. A los que tiran la primera piedra cuando están de mugre hasta las cejas. A todos ellos.

Con esas palabras, que a mi parecer quedan a lo sumo escasas y no completan una descripción total de la realidad en que nos encontramos, me refiero a ustedes. Sí, a vosotros. A los sinvergüenzas, caraduras, mentirosos y demás calificativos de diversa índole, que dirigen los informativos de Antena 3. A los becarios que vomitan lo que los mandamases les ordenan en Marca. A demás calaña como Periodista Digital o El Economista. A colectivos hembristas (que no feministas; ojalá fuesen esto último de verdad) que aprovechan la más mínima oportunidad para entrar a saco, en muchas ocasiones por publicidad o conveniencia mediática.

Verán ustedes: en mi carnet del Betis pone que soy el socio número 26.164. No soy ningún comepipas, y me voy a Tajo a tomarme una cerveza, como otros miles de béticos de a pie. Esto supone que me sé y puedo reconocer aproximadamente el noventa por ciento de las canciones que suenan en el Villamarín. No he faltado A NINGÚN partido este año. Y déjenme decirles que ese cántico al que ustedes hacen referencia, al de apoyo a la violencia y a Rubén Castro, LO HE TENIDO QUE CONOCER POR LA PRENSA. Porque, o se ha emitido en ocasiones muy, muy puntuales, o la gente no ha seguido a sus autores, que han sido tres gatos.

Lo digo por las afirmaciones que he leído y escuchado en todos esos medios. TODOS los que he nombrado han aprovechado para crucificar al completo a una afición que ronda el millón de miembros, y para tildarlos de "violentos" o "machistas", por una deplorable canción que han inventado cuatro pinflois. Es simplemente repugnante la generalización que se ha hecho, la culpabilización desmesurada e ilimitada al beticismo. ¿Me explican quién narices se creen ustedes que se han creído para dar ese tipo de noticias, por llamarlas de alguna forma? ¿Quién les ha concedido la facultad de arrogarse la autoridad moral para juzgar de esa manera?

Ya está bien, hombre. Ya está bien. Porque la semana pasada, salía el Betis en portada de Marca, por la sospecha de que un jugador suyo podía estar implicado en un caso de amaños. Y claro, se aprovechaba para echarle toda la responsabilidad al Betis, sin distinguir entre culpables o inocentes. Y estos días, no sólo se han pasado la presunción de inocencia de Rubén Castro por zonas que no puedo escribir en horario infantil, sino que, por una imbecilidad, por una fechoría contra el sentido común y el buen gusto cometida por un grupúsculo casi insignificante, se nos acusa y se nos señala con el dedo a todos. A los treinta y tantos mil que vamos al estadio cada semana. Y no me da la gana, oye.

Cómo conviene acordarse del Betis sólo en estas ocasiones... Porque el "Cristiano es un borracho" tardó semanas en sancionarse. Porque en el Santiago Bernabéu parece simplemente que nunca pasa nada. Total, como ni siquiera cantan... Porque TODAS las semanas, sin excepción, aparecen las aficiones de Betis y Sevilla, (incluso si juegan fuera) señaladas en las actas de la mamarrachada esta que ha inventado Tebas. Y no me creo que sólo los SGS y los Biris digan barbaridades de entre todos los grupos en España. Porque parece que el Betis sólo le importa a los que dan las noticias si pasa algo de esto. Si no, para qué vais a molestaros ni siquiera en mencionarnos, ¿no?

Señor Tebas, señores manipuladores, y demás aprovechados: entiendo que teniendo en Madrid y Barcelona equipos cuasi putrefactos, donde los estadios están copados de turistas japoneses que no han visto fútbol en su vida, no tengan ni puñetera idea de lo que es una afición, y de lo que es el sentimiento en el fútbol. Y creánme que simpatizo muy, muy poquito con los ultras del Betis, y menos aún con los maltratadores o violentos. Pero creánme que no voy a quedarme haciendo el parguela y aceptando que nos sigan lloviendo las mentiras. Yo no me voy a callar. ¿Y vosotros?


¡¡Un saludo!!


@josearquer95
@lajuezaesbetica

miércoles, 18 de febrero de 2015

Por la boca muere el pez

Enlazo este artículo con el de la semana pasada, ya que nada parece haber cambiado lo más mínimo en lo que al mundo bético se refiere. Siete días después, otro empate a nada contra un equipo de la nada (con todos mis respetos, pero ni el Albacete ni la Ponferradina se encuentran entre los que a priori son "nuestra liga"), otro error arbitral clamoroso contra el que tampoco podemos hacer nada, un equipo que ahora mismo no juega a nada y un banquillo en el que no existe ni el más leve indicio de recapacitación.

Y menciono el post anterior ya que parece que me toca seguir "defendiendo" a Mel, entre comillas. Porque este nuevo tortazo en la casa de un conjunto inferior acrecienta una vez más el clamor de un sector de la afición que pide la cabeza (enorme cabeza por otra parte) del madrileño. Y me vuelve a tocar a mí decir que es verdad que los últimos partidos harían vomitar a una cabra (en sentido futbolístico), así como cada vez nos alejamos más de lo que por obligación debe ser nuestra posición a final de temporada. Sin embargo, el destituir a Mel ahora podría ser un torpedo de considerables dimensiones en la línea de flotación del club, y, como él dice, aún hay un amplio margen de mejora.

Y por seguir conectando con opiniones pasadas, que me ha dado hoy por ahí, podemos hablar de hándicaps. Y existe a día de hoy un obstáculo, un hándicap que cada día me dificulta más la tarea de defender al entrenador. Este elemento son las declaraciones casi circenses en las ruedas de prensa anteriores y posteriores a los partidos. Porque semanas atrás eran las excusas, el echarle la culpa a otros o incluso el poner el parche antes que la herida, el por si acaso nos crujen. Pero lo de estos últimos días ya ha sido de traca.

¿Por dónde empezar? Hay material de sobra para realizar nuestra elección. A ver, querido mío de mi alma: no puedes tener la poquísima vergüenza de decir que el Betis mereció ganar en Albacete, o que dominó el encuentro. Aunque nos robaran un gol y un penalti. Más que nada porque es rotundamente falso, porque se vio la versión light del bochorno numantino y porque, de no ser por Adán, habrías incluso empeorado (y esto es objetivo) los números de Velázquez, lo cual era harto complicado. Y menos puedes escudarte en la catastrófica actuación arbitral para tapar tus vergüenzas. Aunque esta sea real.

Querido, no puedes decir que "el acertar o no acertar en las alineaciones es algo opinable" cuando te has cargado de un partido a otro a los dos tíos que mejor funcionaban, como es el caso de Dani Pacheco y Jorge Molina. No puedes jugar con dos delanteros de inicio y con dos mediapuntas en las bandas, más que nada porque carece de toda lógica y sentido. No tienes la legitimidad suficiente para afirmar que "a lo mejor falta alguien en la parcela creativa" cuando por fin se te ha dado poder y decisión en el ámbito de los fichajes, que era lo que más querías. Y es indignante el decir que "no tengo ninguna preocupación", ya que solo con observar una mijita la imagen del equipo te das cuenta de que algo hay para preocuparse.

Y lo peor de todo: no puedes tener la cara tan granítica de soltar que te vas satisfecho con el rendimiento del equipo. Porque el Numancia casi te saca los colores, porque no quisiste hacer sangre con el Sabadell, porque se vio una falta de ambición vergonzosa con la Ponferradina que acabó costándonos muy cara, y porque volvimos a darnos el tortazo en Albacete. Porque puedes asumir las culpas, puedes suavizar los fallos, etc., eso es admisible. Pero pasar como buena la pasividad, la falta de ambición la poca sangre y me atrevería a decir casi la inanición de los jugadores de los que dependemos, de verdad que no lo soporto. Más que nada porque esos caracteres son los que, a gran escala entendidos, han provocado que estemos como estemos. En Segunda, por si a alguien se le olvida.

Si pierdes o te dejas empatar de forma absurda más partidos, probablemente irás sufriendo una notable pérdida de adeptos, aunque esto, teniendo en cuenta que la irracionalidad es el signo de identidad del maltrecho beticismo actual, tampoco es tan seguro. Pero te puedes caer del pedestal de mármol en el que vives ajeno a los problemas de los mortales, Pepito. Y como sigas haciendo el ridículo y dejándonos a la altura del betún delante de los micros, voy a ser yo el que empiece a pedir que, como se suele decir, cojas tus cuchillos y te pires.


¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

miércoles, 11 de febrero de 2015

El mundo al revés

Antes de dejar de leer el post y proceder a tacharme de oportunista, demagogo y esas cosas que soléis decir el escuadrón de defensa del escritor, les recomiendo encarecidamente (y no porque lo haya escrito yo) que le echen un vistazo al completo, ya que pueden llevarse alguna que otra sorpresa. Hoy trataré ese ámbito tan escaso y casi circunstancial en el Betis, llamado coherencia.

Como ya hice la semana pasada, y por exaltar el frikismo que me caracteriza en cuanto a esta cuestión, hago un pequeño inciso para filosofar, por así decirlo, del término "coherencia". Dice la RAE, de nuevo en su segunda definición: "Actitud lógica y consecuente con una posición anterior". Somos mucho los futboleros, y en especial los béticos, de contradecirnos y de violar una y otra vez el significado de este bonito palabro. Los béticos somos incoherentes por definición, casi por naturaleza, si me apuran. Y observen una cosa: los que pertenecemos al Betis somos incoherentes hasta cuando debemos, por deber moral y ético, ser coherentes. Me explico.

Si han estado atentos a los últimos partidos del Betis, sabrán ya sobradamente que los resultados, y en especial las sensaciones que nos ha dejado el equipo, no han sido buenas. El Betis se atasca, no sabe reaccionar con un resultado en contra y pierde el tono del partido (véase Numancia) o no posee ni el más mínimo ápice de ambición y ganas de comerse al rival, y por inocentones y cándidos, nos empatan al final del partido (véase Ponferradina). El máximo responsable de los números de un equipo es el entrenador; creo que eso está bastante claro. Y aquí volvemos al antagonismo de siempre. ¿O no?

Pues parece que ese dualismo de posiciones respecto de Pepe Mel se ha visto (de forma leve, eso sí) modificado. Permítanme antes de nada excluir a los defensores y opositores más exacerbados, a ellos no se les aplica. Los melistas han venido, en el último año, criticando a todo entrenador que no fuese el madrileño por el simple hecho precisamente de no serlo. No se le ha dado tiempo ni plazo de trabajo a otros entrenadores, y se ha crucificado de forma exagerada y casi irracional. Pues bien, estoy observando un cambio de tendencia. Cada vez son más los defensores de Mel que empiezan a darse cuenta de sus cagadas (en su mayoría más que obvias), precisamente, para ser coherentes con la actitud que anteriormente mantenían con los Velázquez, Calderón y cía, y las señalan sin ningún tipo de complejo, a pesar del cafreo al que muchas veces los sometemos (craso error bajo mi parecer) los antimelistas.

No es este el único aspecto extraño a ojos del bético que sabe más o menos de qué va la cosa. Hay personas que llevan pidiendo la cabeza del escritor desde el día en que pisó Sevilla, y en estas últimas semanas, los resultados y el malestar con el equipo han reforzado esta postura, hasta el punto de estar ya exigiendo la vuelta de Merino (sobre todo por temas de actitud). Y cuando parecía que era el momento ideal para que los detractores del mismo nos sumásemos a esa corriente, somos nosotros los que defendemos a Mel. Yo no creo que haya que destituirlo, o por lo menos, no todavía. Es verdad que la pasividad y la absoluta falta de reacción han sido culpa suya, y que por más que nos quejemos amargamente, seguirá sin hacer bien un cambio o un planteamiento. Sin embargo, también está ahí la intensidad y la épica en el Molinón, y el cambio de imagen y de juego en muchos minutos. Por tanto, para ser coherente con mi actitud de defender a los otros entrenadores que no eran Mel, dentro de lo razonable, ahora me veo sujeto a dicha postura.

Con esto nos encontramos una situación cuanto menos peculiar. Y debo reconocer que me agrada este afloramiento de espíritu crítico en ambos bandos, siempre es positivo que aparezcan factores como estos, sobre todo para la evolución del equipo. Y sobre todo, me alegra que muchos (no todos) seamos coherentes, aunque eso suponga retractarnos de lo defendido en tiempos pasados, u ocupar el puesto del que antes poníamos a parir, y dejar el Betis, nuestro mundo, totalmente al revés.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica




martes, 3 de febrero de 2015

Hándicaps

Dice la RAE del término hándicap, que da nombre al título del artículo de hoy, en su segunda definición: Circunstancia desfavorable o desventaja. Un hándicap es, en definitiva, un elemento perjudicial que es menester superar a la hora de acometer una empresa. Hoy vengo a hablarles de la aplicación de este anglicanismo al ámbito del Real Betis Balompié. Es una idea que ya llevaba (yo y otros muchos) rondando en mi cabeza, pero que parece confirmarse con rotundidad con el paso de las jornadas.

Como introducción, permítanme que les sugiera hacer un pequeño ejercicio de memoria: ¿cuántas remontadas y partidos épicos recuerdan de los vecinos de Nervión? Innumerables, ¿eh? ¿Cuántas veces han pensado "ojalá hiciera estas cosas el Betis"? Dichos encuentros vienen a nuestra mente casi de forma inmediata. Ahora bien, en lo que nos concierne a nosotros: quitando el 2-1 al Valencia y el derbi del Beñatazo, ¿recuerdan alguna otra remontada épica del Betis? Voy a ofrecerles un dato de Beticismo.net, referido a la campaña 2012-13: sólo el 2% de los partidos totales acabaron en remontada con victoria. Para ganar, casi siempre tuvimos que meter nosotros primero. Es una cifra, cuanto menos, preocupante.

¿Qué le pasa a este Betis de Mel?¿Le da vergüenza remontar?¿Hay una conjura de los astros para que no exista la más mínima reacción en estos casos? Pues no. El hándicap, la desventaja a superar que tiene este Betis a la hora de darle la vuelta a la tortilla se llama Pepe Mel. El escritor ha sabido darle otra imagen al equipo en el último mes, y es cierto que la plantilla y el juego son otros. Sin embargo, existe un aspecto que yo ya entiendo como inherente al madrileño: no tiene ni puñetera idea de hacer un cambio. No sabe reaccionar ante la adversidad. Como me dijo ayer un tuitero sobre este tema, mientras que otros entrenadores se desgañitarían en la banda, Mel, por no hacer, ni siquiera se tomó un Pistolín.

Ya venía guardándose las espaldas (y no sólo el, a lo suyo ya estoy acostumbrado; me preocupó más ver esa actitud que tan poquito soporto en algunos jugadores), advirtiendo del frío, del mal estado del terreno de juego... Lo típico, vaya. Pero, cuando comienza la segunda parte en Los Pajaritos, y al Betis casi se le va de las manos el partido (recordemos que al Numancia le anularon un gol), la inopia cubrió de forma casi absoluta el banquillo bético. Y no sólo por inacción, sino también por torpeza o incompetencia la lió Mel. ¿Cómo, jugándote el liderato y empatando, metes a un medio defensivo por uno ofensivo, alma de cántaro?¿Cómo es que haces todos los cambios y no dejas a nadie que pueda crear algo de juego? La consecuencia más explícita de esto es que el Betis ni siquiera tiró a puerta en esa segunda mitad. Tristísimo.

Lo peor de todo es que existen antecedentes inmediatos. ¿Qué pasó en Alcorcón?¿Te vuelves a estar jugando algo importante, vas empate a cero y tienes un jugador más? Nada, hombre, no pasa nada. Hago cambios de hombre por hombre y ni toco una coma del planteamiento. ¿Resultado? El partido más aburrido del año (o casi) y un empate que supo a muy poco. No sólo me molesta el tema cambios, aunque es un tema en el que me interesa entrar. ¿Por qué, siendo en casa y teniendo un tío más, no se le clavan ocho al Sabadell?¿Por qué se entiende como bueno el empate en Soria y Alcorcón, y no se va a por los tres puntos?¿Incapacidad, miedo, cobardía...? No lo entiendo. Sólo digo que es la misma actitud pasiva que venimos denunciando algunos, que me repugna e demasía y que no lleva a ninguna parte.

Ya sé que los melistas profundos me tacharán de hipócrita, de demagogo, de oportunista y casi de "deztruhtó", como dije la semana pasada. Que cada uno diga lo que quiera. Eso sí: al igual que nos contrarios al escritor hemos reconocido su labor en general en estas últimas semanas, cada vez veo a más fieles a Mel que hacen un pelín de autocrítica, y se meten con él por el tema de los cambios o reconocen su nefasto papel en la planificación del año pasado. Espero que aumenten estos casos. Sea como sea, y con toda la exigencia y la actitud de comerte al rival que sean posibles dentro de los límites de lo legal y lo ético, siempre nos irá mejor.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

martes, 27 de enero de 2015

Telón

Tic, tac, tic, tac... Y se acabó la espera. No sé si alguno de ustedes esperaba la salida de este artículo con tantas ganas como lo esperaba yo mismo. Ante todo, mil disculpas por no haber aparecido por aquí antes, pero mi tiempo no es ilimitado y, desgraciadamente, he tenido que apartarme un poco de este mundillo de locos. Pero el día ha llegado.

Cuatro partidos. Trescientos sesenta minutos, más sus respectivos tiempos de descuento e incidencias de toda clase. Es el plazo que le concedí al señor que actualmente ocupa el banquillo del Real Betis Balompié, por todos conocido como Pepe Mel. Tengo la sana virtud o el despreciable vicio (dependiendo de la perspectiva de cada cual) de no ser como el ochenta por ciento de la afición bética. Como ya he comentado en numerosas ocasiones, yo soy partidario de darle cuatro partidos a cada entrenador que tiene la insensatez de comandar nuestro rumbo. Yo no pito ni chillo si en el primer partido no me gusta lo que veo.

¿Por qué lo hago? Cuestión de principios, supongo. Cuestión de dar un trato igualitario a todos los entrenadores, sin importar el nivel de aprecio personal o profesional que pueda desarrollar hacia ellos. Yo no soy un hipócrita, como todos esos que pitábais a Julio Velázquez, a Calderón o a Garrido a los primeros minutos, y gritábais "Pepe Mel", y cuando este ha llegado, argumentáis que hay que tener paciencia. Insisto que, aunque pueda parecer extraño, este criterio es una desfachatez para muchos aduladores y groupies del madrileño. Pero eso es harina de otro costal, como suele decirse.

Entremos en el meollo del asunto; mi valoración personal del escritor (sí, para mí va a seguir siendo el escritor. No es menester perder ahora la costumbre). Si miramos los números, los cuales, para bien o para mal, nunca mienten, la conclusión sería bastante explícita: tres partidos ganados y uno empatado. Siete goles a favor, dos en contra. Si nos quedamos en esos datos, no podríamos hacer otra cosa que alabar el trabajo de Mel. Aun así, vamos a profundizar un poquito más, si me lo permiten.

Yo no soy resultadista. Yo quiero que los partidos no sólo se ganen, sino que además, la victoria sea merecida. Y si hay que tener en cuenta las sensaciones que nos dejan estos cuatro partidos, la progresión es más que notable. El Betis comenzó con un desastroso partido en Alcorcón, se mejoró algo contra el Tenerife, se produjo una remontada épica en el Molinón y se venció con solvencia al Sabadell. El ambiente es distinto. Se ha pasado a un juego más aseado (que diría mi querido y parado Velázquez), más alegre y combinativo, y más veloz. Pepe ha recuperado para la causa a Molina, consiguiendo levantarnos de la silla a los antimolinistas (entre los que anteriormente me incluía), y en Gijón consiguió lo nunca visto en el Betis bajo su mandato: remontar un puñetero partido.

¿Peros, inconvenientes? Los tiene, por supuesto. Que reconozca el trabajo bien hecho no me convierte asimismo en un lameculos como otro cualquiera. Y el escritor sigue haciendo experimentos de los suyos en las alineaciones; me escandaliza considerablemente que Cejudo, que tiene menos sangre que una piedra, siga apareciendo como titular. O, por poner otro ejemplo, en Alcorcón, con un jugador más y con el 0-0 vigente en el luminoso, no movió un dedo para ir a por el partido. Eso me cabreó notablemente si les soy sincero. O el no haber ido a golear al Sabadell, teniendo uno más y siendo manifiesta la superioridad sobre el verde. O el hecho de que haya habido sólo un fichaje, y que haya sido para una posición de sobra cubierta. ¿Dónde está el central?¿Dónde está el creador de juego?¿Con Mel no se iban a hacer bien las planificaciones y los fichajes?¿No tenía él tanto poder en esa parcela?¿O es que esto ya no interesa recordarlo?

Saldrán ahora de su cueva onanista los típicos que dirán "Incluso ganando, tienes que criticar a Mel", o "Ni así estáis contentos", y posteriormente vomitarán su más que conocida consabida bilis y su catarata de insultos y acusaciones, como se hacía antaño con los "deztruhtore" de la era Loperiana. Como ya se imaginarán, y me van a perdonar esta expresión tan basta y zafia, me la trae al pairo. Yo alabo lo que a mi modo de ver está bien hecho, y critico lo que veo mejorable o negativo. No dependo de sentimentalismos y maniqueísmos baratos, como, vuelvo a repetir, gran parte de la afición bética, la cual critica o canta sin pararse a pensar ni un segundo qué sentido tiene lo que sale por su boca. Y otra cosa: yo criticaré todo lo que se pueda criticar, y no pasaré ni una. Como deberían hacer desde el primer hasta el último simpatizante del Real Betis Balompié. Porque criticando, exigiendo, se avanza, se progresa y se llega al éxito. O, los que no opináis así, podéis seguir haciendo de orquesta de Titanic, y seguir cantando mientras nos hundimos, en vez de exigir al ingeniero que repare el barco.

Dedico este post a todos los que nos crucificábais a los escasos no melistas que quedábamos. Se nos ridiculizaba y se nos acusaba de no ver la realidad, y de criticar por criticar. Y que si ganaba Mel no le reconoceríamos ni a palos el trabajo. Espero que tras leer estas humildes líneas, digieran dos veces el bolo argumental antes de escupirlo. Ah, y a los melistas de bien, educados y correctos, no os reprocho nada, así que os ruego no os déis por aludidos. Y más ahora que tenemos escritor para rato. Por tanto, ábrase el telón de la era Mel. Y que no se cumpla aquello de "segundas partes nunca fueron buenas".


¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica