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miércoles, 11 de febrero de 2015

El mundo al revés

Antes de dejar de leer el post y proceder a tacharme de oportunista, demagogo y esas cosas que soléis decir el escuadrón de defensa del escritor, les recomiendo encarecidamente (y no porque lo haya escrito yo) que le echen un vistazo al completo, ya que pueden llevarse alguna que otra sorpresa. Hoy trataré ese ámbito tan escaso y casi circunstancial en el Betis, llamado coherencia.

Como ya hice la semana pasada, y por exaltar el frikismo que me caracteriza en cuanto a esta cuestión, hago un pequeño inciso para filosofar, por así decirlo, del término "coherencia". Dice la RAE, de nuevo en su segunda definición: "Actitud lógica y consecuente con una posición anterior". Somos mucho los futboleros, y en especial los béticos, de contradecirnos y de violar una y otra vez el significado de este bonito palabro. Los béticos somos incoherentes por definición, casi por naturaleza, si me apuran. Y observen una cosa: los que pertenecemos al Betis somos incoherentes hasta cuando debemos, por deber moral y ético, ser coherentes. Me explico.

Si han estado atentos a los últimos partidos del Betis, sabrán ya sobradamente que los resultados, y en especial las sensaciones que nos ha dejado el equipo, no han sido buenas. El Betis se atasca, no sabe reaccionar con un resultado en contra y pierde el tono del partido (véase Numancia) o no posee ni el más mínimo ápice de ambición y ganas de comerse al rival, y por inocentones y cándidos, nos empatan al final del partido (véase Ponferradina). El máximo responsable de los números de un equipo es el entrenador; creo que eso está bastante claro. Y aquí volvemos al antagonismo de siempre. ¿O no?

Pues parece que ese dualismo de posiciones respecto de Pepe Mel se ha visto (de forma leve, eso sí) modificado. Permítanme antes de nada excluir a los defensores y opositores más exacerbados, a ellos no se les aplica. Los melistas han venido, en el último año, criticando a todo entrenador que no fuese el madrileño por el simple hecho precisamente de no serlo. No se le ha dado tiempo ni plazo de trabajo a otros entrenadores, y se ha crucificado de forma exagerada y casi irracional. Pues bien, estoy observando un cambio de tendencia. Cada vez son más los defensores de Mel que empiezan a darse cuenta de sus cagadas (en su mayoría más que obvias), precisamente, para ser coherentes con la actitud que anteriormente mantenían con los Velázquez, Calderón y cía, y las señalan sin ningún tipo de complejo, a pesar del cafreo al que muchas veces los sometemos (craso error bajo mi parecer) los antimelistas.

No es este el único aspecto extraño a ojos del bético que sabe más o menos de qué va la cosa. Hay personas que llevan pidiendo la cabeza del escritor desde el día en que pisó Sevilla, y en estas últimas semanas, los resultados y el malestar con el equipo han reforzado esta postura, hasta el punto de estar ya exigiendo la vuelta de Merino (sobre todo por temas de actitud). Y cuando parecía que era el momento ideal para que los detractores del mismo nos sumásemos a esa corriente, somos nosotros los que defendemos a Mel. Yo no creo que haya que destituirlo, o por lo menos, no todavía. Es verdad que la pasividad y la absoluta falta de reacción han sido culpa suya, y que por más que nos quejemos amargamente, seguirá sin hacer bien un cambio o un planteamiento. Sin embargo, también está ahí la intensidad y la épica en el Molinón, y el cambio de imagen y de juego en muchos minutos. Por tanto, para ser coherente con mi actitud de defender a los otros entrenadores que no eran Mel, dentro de lo razonable, ahora me veo sujeto a dicha postura.

Con esto nos encontramos una situación cuanto menos peculiar. Y debo reconocer que me agrada este afloramiento de espíritu crítico en ambos bandos, siempre es positivo que aparezcan factores como estos, sobre todo para la evolución del equipo. Y sobre todo, me alegra que muchos (no todos) seamos coherentes, aunque eso suponga retractarnos de lo defendido en tiempos pasados, u ocupar el puesto del que antes poníamos a parir, y dejar el Betis, nuestro mundo, totalmente al revés.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica




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