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lunes, 25 de noviembre de 2013

Culpables (2)

Me hubiera gustado no tener que repetir este post. Y, si por la situación en la que estamos metidos hasta el cuello, me sintiera obligado a ello, me hubiera gustado que se escribiera en unas circunstancias no tan ridículas como las de hoy. Pero bueno, antes de que terminemos de irnos a Segunda, por lo menos todos aquellos que hemos ido criticando lo que se veía venir, jornada tras jornada, vilipendiados, ridiculizados y tachados de palanganas, todos nosotros, podemos decir que ya avisamos en su día. Aunque ése sería un consuelo un tanto absurdo en el caso de un Segundazo.

El que se haya leído anteriores entregas ya sabe qué criterio tengo a la hora de repartir culpas, es decir, culpables tanto la directiva de cortijo que nos comanda, como el pseudoentrenador de Tercera que tenemos, como el equipo de Segunda que nos vemos obligados a asumir todas las semanas, de ridículo en ridículo. Y no me gusta ser repetitivo, y en el caso de la directiva y la secretaría técnica, el mal y el daño ya están hechos, y la única salida digna sería una dimisión en bloque, cosa que, desgraciadamente, no va a suceder, ya que tienen la cara muy pero que muy dura, y además, nos exponemos a que vuelva al palco el personaje más infausto de la historia del Real Betis Balompié, el dictador del Fontanal.

Ayer vi el partido en un bar, rodeado tanto de béticos como de sevillistas. Y mis amigos béticos, con la misma cara de consternación que un servidor. Y mis amigos palanganas, de fiesta. Y uno de ellos me dijo que lo mejor no es reírse del que pierde; lo mejor es quedarse callado y ver la expresión desencajada del perdedor. Y tenía toda la razón del mundo. Y, tras el partido, salió Mel en rueda de prensa, y un señor mayor, bético, y al borde de las lágrimas, se puso a gritarle todo tipo de improperios al "señor" que nos representaba en la rueda de prensa, tan exaltado que me creía que iba a darle un jamacuco. Dejando aparte los motivos puramente futbolísticos por los que Pepito no me gusta, viendo mi cara, viendo a este señor y viendo en la tele las caras de los béticos que fueron a la Ramona, y el ridículo y el bochorno que tuvieron que sufrir, me da por pensar.

¿Cómo puede seguir diciendo Pepe Mel jornada tras jornada las mismas chorradas, que no se cree ni él? ¿Cómo puede estar en las mismas excusas?¿Cómo puede continuar echándole las culpas al árbitro, al césped, al calor, al frío...? ¿Cómo es que no es capaz de asumir NINGÚN TIPO DE RESPONSABILIDAD? ¿Cómo tiene la cara tan dura como para decir que quiere lo mejor para el Betis? ¿Cómo tiene la desfachatez de no haber presentado su dimisión? La rabia, la tristeza y la indignación al ver a todas esas personas indignadas y al borde de las lágrimas, a todos ésos que se pasan meses y meses ahorrando para poder sacarse el carnet (entre los que me incluyo) y que el único fútbol que ven en el Villamarín es el que practica el rival, y que personajes sin ningún tipo de honradez o dignidad sigan ahí diciendo lo de siempre, sin inmutarse, es de traca. Y los sevillistas, con toda la razón del mundo, me decían que en clubes como el Cerdilla, a Mel lo habrían echado hace semanas.

Cambiemos de perspectiva: Paulao llorando en una esquina. ÉSA es la imagen del Betis ahora mismo. Un equipo desquiciado, desconsolado y desmotivado, además del tema de la absoluta carencia de nivel futbolístico. Vi a Paulao llorando, y a Nono igual, y Vadillo no, pero casi. ¿Ha salido alguien a pedir perdón? Yo no me tomo como una disculpa lo que dijo ayer Amaya. Y sobre el campo, otra vez el equipo desbordado, con un Dídac de circo, con un Steinhoffer de traca, con un Sara de chiste, con un Paulao de coña, etc, etc. Y hoy, con la complicidad de Pepito, NADIE HA SALIDO A DAR LA CARA. Señores, que ayer no perdimos 0-1 con el Osasuna de penalti injusto, no. Perdimos EL DERBI HACIENDO OTRO RIDÍCULO HISTÓRICO. 4-0. Uno, dos, tres y cuatro. Y el entrenamiento a puerta cerrada, éso, no vaya a ser que alguien les diga de una puñetera vez que no valen ni para jugar al parchís y a Mel que a ver si de una vez cierra la puerta por fuera.

Equipo de Segunda, entrenador de Tercera y directiva de cortijo. Cuando los jugadores de un equipo vienen del Huachipato, un extremo cuesta lo que una litro y el entrenador se dedica a escribir novelas, algo va mal. Y en el inmovilismo existente, tiene pinta de que no va a rodar ninguna cabeza. Salvo la del Betis, claro.

¡¡Un saludo!!


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