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lunes, 3 de febrero de 2014

Buscando tres pies al gato: Capítulo 1

Desde mi último "Tirando a matar", el cual dejé de hacer en los últimos partidos de Mel porque todos los partidos eran igual de malos  y era absurdo repetir análisis, me parece que no hacía un post puramente táctico, de fútbol, sin una crítica inherente al artículo. Hoy, tras el primer partido serio de Calderón (porque el del Celta, con dos días de trabajo, no me parece relevante), voy a hacer un desglose de los aspectos que, bajo mi punto de vista, destacaron en el encuentro de ayer. Lo de "capítulo uno" es por el margen de cuatro encuentros que le doy a los entrenadores nuevos, tras el cual haré una conclusión.

Creo que no hace falta que jure que la novedad de Calderón que más nos sorprendió ayer fue el uso de un sistema con tres centrales y dos carrileros, es decir, un 5-3-2, en teoría para cortar la sangría defensiva que se había visto en jornadas pasadas. Este sistema implicaba renunciar a algo que habían utilizado mucho tanto Mel como Garrido, y que yo y muchos otros criticamos, es decir: poner tres delanteros, o mejor dicho, dos extremos y un punto. Yo lo critiqué porque el año pasado se demostró que el equipo funcionaba mejor con dos delanteros que con tres, además de que, si como el escritor, no pones a los jugadores en su sitio, es difícil que funcione.

Esta idea implica que haya dos laterales que a su vez, actúan como extremos, lo que se conoce como carrileros. Sinceramente, a primera vista no me gustó la idea de ver a Juanfran y Juankar defendiendo (si no saben atacar, cómo van a saber defender). Juanfran no me agradó excesivamente, pero me sorprendió para bien el partido de Juankar, peleando cada balón abajo (con más o menos acierto) con una garra que nunca había visto en Didac o Nacho. Otra cosa que sorprendió, aunque en menor medida, fue la titularidad de Alfred N'Diaye. Y menuda titularidad. Calderón lo situó entre Amaya y Figueras, y la verdad es que el senegalés cuajó un magnífico partido, sin dejar pasar un balón por su zona y repartiendo con mucho criterio y acierto. Bien es verdad que los béticos tenemos lo que tenemos, y que en cuanto vemos a un jugador que sabe lo que es un balón, se nos sube el azúcar, pero de momento ha sido un acierto (espero no tener que retractarme) por parte del abrepuertas y del aceitero.

Al igual que N'Diaye, el otro fichaje realizado esta última semana, Antonio Adán, ocupó la portería en su primer encuentro, y, aunque no tuvo demasiado trabajo (el Espanyol tiró muy poco a puerta), dio la talla. Es de agradecer tener un portero que se mueva, que se tire y sobre todo, que salga. Cualidades básicas que debe tener todo portero y que en Sara y Andersen eran limitadas por no decir inexistentes. En teoría, el ex del Madrid es un portero muy superior técnicamente a los dos anteriormente mencionados, un portero que llegó a quitarle la titularidad (con la colaboración de Mourinho) a todo un Iker Casillas, y no debería tener problemas para mantener su titularidad, sobre todo ahora que Andersen, gracias a Dios, no está.

Otro tema a analizar es el caso Rubén Castro. Probablemente, Mel fue como un padre para él y sentimentalismos baratos varios, pero en sus últimos partidos no consiguió devolvernos al killer que disfrutamos el año pasado (si bien es cierto que ha jugado muy poco). Tampoco Garrido hizo que mejorara, es más, lo empeoró, ya que bajó en actitud, en aptitud y pasó además a ser uno de los señalados por la afición. Puede ser casualidad, pero con Gabi Calderón, el canario ha metido cuatro goles en dos partidos. Parece que ha logrado devolverle la confianza en sí mismo, además de que ayer mostró una forma física decente para lo que debe ser un delantero de Primera División. Además, se demuestra lo comentado
anteriormente: Rubén funciona mejor con alguien a su lado, en un sistema con dos delanteros, y no en un 4-3-3, fallo muy repetido por los dos técnicos anteriores.

¿Cosas negativas de Calderón? Sobre todo en el tema de la alineación: el partido de Chuli (por ejemplo) ayer fue para hacérselo mirar. Sin chispa, sin velocidad, sin nada. Y no se puede poner juntos dos jugadores como Verdú o Salva Sevilla, sobre todo con la de contras que realizó ayer el Betis. Teniendo en cuenta que estos dos son la lentitud y la pasividad hechas futbolista, al ponerlos juntos, multiplica esa velocidad negativa, y destroza todas las jugadas de ataque que necesitan velocidad. Yo la verdad es que verlos ayer, con su trote cochinero, paralizando al equipo cada vez que salían...Tiene tela. Cuando vuelva Nosa, yo lo pondría junto a Lolo Reyes y junto a Matilla, con Baptistao junto a Rubén arriba y cambiando a Figueras por Perquis cuando vuelva.

En general, sensaciones positivas las vividas ayer. Lo que está claro es que no podemos valorar a Calderón sólo por lo de ayer, debemos ver cómo evoluciona y no lanzar las campanas al vuelo, sobre todo estando como estamos. Siendo realistas, la salvación es tremendamente difícil, pero si descendemos sin hacer demasiado el ridículo y continúa en esta línea, yo lo mantendría como técnico para el ascenso. Pero sin dejar de disfrutar lo que nos pueda quedar.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

1 comentario:

  1. La verdad que a mí este esquema no me disgusta, sabemos que este equipo es un coladero y lo mejor es que jueguen arropados como dice Calderón.

    En cuanto a Verdú, le pasa como Emaná en su día, que juega por H o por B por muy mal que lo haga. Aún así, yo confío en Calderón y si el mister vé bien poner juntos a Salva Sevilla y Verdú dependerá del partido y el rival, no creo que juegue con dos jugadores casi idénticos en el centro del campo ante un Espanyol que ante un Barcelona con jugadores como Xavi e Iniiesta.

    En estos momentos, lo principal es no encajar goles.

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